Por alguna razón se había traspapelado esta reseña que Graziano escribió para G7. Se trata de su brevísimo texto dedicado al nuevo disco de Nacho Vegas, editado en la Argentina por Ultrapop.
NACHO VEGAS- La zona sucia
El final de El manifiesto desastre, el disco anterior de Vegas, era de terror: “Morir o matar” descendía como una montaña rusa eléctrica hacia el fondo del pozo, sin ticket de retorno. Después de eso, ¿qué? La nada o, ciertamente, algo de claridad. Un poco de claridad, entonces: con La zona sucia el trovador asturiano entrega un destilado más folklórico de su lírica, donde priman los timbres acústicos y esa sonoridad fantasma que patentó Daniel Lanois. El equilibrio es fruto de una larga busca. Si bien Vegas era militante en la causa del rock alternativo en los ’90, hoy ya lleva una década como alumno aventajado en la cátedra dirigida por Bob Dylan y otros tantos años como explorador de la cancionística popular asturiana. Todas esas reverberaciones se escuchan en canciones como “Lo que comen las brujas”, donde la niña le pregunta a su madre: “¿qué es lo que comen las brujas? Ella le responderá seria pero con dulzura: ‘leche, galletas y a ti, corazón’”. El coro de niños que rubrica algunas de estas canciones produce un efecto extraño. Como esas pinturas de Goya, que maravillan y meten miedo dentro del mismo marco.
Martín E. Graziano
martes, 13 de septiembre de 2011
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