Este mes, Acqua Records salda una cuenta: la edición argentina del nuevo disco de Cabrera. Publicado en el Uruguay por el sello Ayuí, es una noticia atendible en muchos aspectos. Graziano lo reseñó para La Pulseada. El texto está aquí, y también debajo.
FERNANDO CABRERA- Canciones propias¿Saben lo que es un movimiento dylaniano? Según mi diccionario, es el giro elegante, lógico aunque inesperado, de un artista. Un golpe de timón que parece evadir las expectativas pero, sin embargo, llega para satisfacer hambres insospechadas. Bueno, Canciones propias es un ejemplo perfecto. Después de treinta años de trabajo sobre un repertorio propio, imbatible y secreto, Fernando Cabrera se transformó en un músico referencial para toda una generación. Una camada de cancionistas rioplatenses que asiste a sus conciertos con el fervor de una ceremonia y la atención de una verdadera master class. Pero aquí viene el movimiento: en el preciso instante en que parecía ascender al pedestal del compositor arquetípico, Cabrera edita su primer disco como intérprete. Un recorrido por la obra de los autores elementales para entender el cancionero uruguayo tal como lo conocemos. Desde la Banda Oriental mítica y profunda de Osiris Rodríguez Castillos hasta los talentos extraterrestres de tipos como Mateo y Darnauchans. Claro que hay un truco, y está latiendo en ese título prosaico: Canciones propias. Con una formación de guitarra, piano, bajo, batería, Cabrera pone en marcha una especie de rock de cámara. Un approach minimalista que, en algunos casos, reduce la canción al hueso. Otras veces se sube a la melodía por el costado y, en otras, define por omisión. Como si recorriera las costas de una canción para establecer su cartografía y, luego, ir hacia el centro. Así elude los primeros versos de la inmortal “Río de los pájaros”, buscando nuestra complicidad para completar la canción. Aquí vamos: "El Uruguay no es un río, es un cielo azul que viaja…”.
Martín E. Graziano
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